NIJOLÈ, LA HUELLA DE LA EXISTENCIA

Nijolè, La huella de la existencia

Han pasado unos 70 años, pero Nijole aún no habla bien el español. Quizás sea una cuestión de resistencia, una faceta más de su manifiesta terquedad, o un intento inconsciente por no olvidar un origen que su desgastada memoria, a sus más de 90 años, amenaza con olvidar. A Nijole no le gusta mucho la gente. Ella es artista, iconoclasta, provocadora... Mucho de esto lo heredó su hijo Antanas Mockus. De la mano de la peculiar relación madre e hijo – Antanas es el hilo conductor de la película –, de la comunicación e incomunicación entre ellos, de los recuerdos de una Lituania de la que hubo de huir en tiempos de guerras, de su obra artística y sus reflexiones escritas, se cuenta esta película que tiene el mismo carácter irreverente, fuerte y un tanto disperso de la fascinante mujer que retrata. Un certero homenaje póstumo a Nijole, una mujer que vivió libre y que murió en Bogotá, hace apenas unos meses.